MESSI Y LAS FALTAS: ¿Y POR QUÉ NO LA BARRERA AL OTRO PALO?

23Ene

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Hay situaciones del juego en el fútbol que parecen inmóviles, pero no por ello significa que sean dogmas. A raíz de los tres goles de Messi de falta en una semana, y sobre todo del primero que marca la Noche de Reyes en San Mamés, recordé una reflexión de hace ya años sobre este tipo de faltas escoradas a un costado, ideales para un especialista. En esta ocasión, el golpeo fue de un zurdo y no de un diestro, aunque ese zurdo era Messi, capaz de marcar goles desde todos los ángulos y distancias con una precisión milimétrica, como ha demostrado ante Athletic y Villarreal. Pero esa falta me vino como un regalo. ¿Por qué los porteros no colocan la barrera en el otro palo?

Veamos el gol de Messi y me explicaré.

 

La barrera colocada como se hace habitualmente y como la situó Gorka, tapando el palo corto, cuenta bajo mi punto de vista con cuatro inconvenientes:

 

1. El lanzador tiene una referencia: El jugador que golpea está acostumbrado a lanzar con una barrera, y tiene automatizado que el remate debe pasar entre segundo y tercer jugador (o primero y segundo), por lo que si es un especialista favorecemos su lanzamiento habitual.

 

2. El portero pierde reacción: No ve el balón hasta que no sobrepasa la barrera, por lo que su visibilidad está limitada y su reacción se produce más tarde.

 

3. Menor distancia de la portería: Pura matemática. El palo más próximo a la falta está a menor distancia que el palo más alejado, por lo tanto al reducirse levemente la distancia, el balón llega antes y el meta tiene menos tiempo para atajar.

 

4. Efecto propicio: La falta que marca Messi habitualmente la lanza un derecho, por lo que el efecto si el portero se sitúa en el palo lejano favorece al delantero, ya que la rosca va de dentro afuera.

 

 

¿Qué provocamos si situamos la barrera al otro palo?

 

Lo explicamos de forma sencilla. El portero se encuentra en frente del lanzador y la barrera tapa el otro palo. El meta ve salir el balón, tanto si lanza fuerte a su costado o por encima de la barrera al otro, y si la lanza un diestro (como es habitual) el balón se va acercando porque el efecto es de fuera a adentro. Si busca el palo largo, el balón tarda más en llegar porque está a mayor distancia y el portero tiene más margen de reacción.

 

 

Evidentemente, hay que analizar primero quién es el lanzador. Quizás una falta lanzada por Cristiano es más eficaz una barrera al estilo ortodoxo, pues destaca el portugués por su potencia y su golpeo fuerte. Pero con otro lanzador, la barrera al palo largo puede resultar más efectiva. No es un dogma, es una opinión pero que da lugar a que los porteros ante estas situaciones aprendan y entrenen este tipo de faltas.

 

 

 

 

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